miércoles, 11 de junio de 2008

ESTACION ESPACIAL INTERNACIONAL

CABO CAÑAVERAL (EEUU), (Reuters/EP)

El transbordador espacial estadounidense Discovery se acopló este lunes a la Estación Espacial Internacional (EEI) tras un viaje de dos días para llevar el primer laboratorio de investigación en órbita de Japón, el Kibo.

El comandante Mark Kelly alineó el puerto de acoplamiento del Discovery con un gancho del módulo Harmony de la EEI, que funciona como vestíbulo de los transbordadores espaciales. Los anillos de acoplamiento se cerraron a las 20.03, hora española, mientras las naves navegaban 338 kilómetros por encima del Pacífico sur.

"Discovery llegando", anunció el ingeniero de vuelo de la estación, Garrett Reisman, tocando la campana de la nave en una tradición heredada de la Fuerza Naval estadounidense. El Discovery despegó del Centro Espacial Kennedy, en Florida, el sábado por la tarde, para iniciar una misión de catorce días.

Además de entregar el laboratorio Kibo, un módulo de once metros de largo valorado en más de 643 millones de euros que se convertirá en la mayor instalación de la estación cuando se coloque mañana, el Discovery transportó una nueva tripulación para la estación y el equipamiento necesario para reparar el único cuarto de baño del puesto.

Los astronautas hicieron fotos de los azulejos centrales del transbordador, imágenes que estudiarán para asegurarse de que la nave entrará en órbita con su capa térmica intacta. Estas inspecciones para diagnosticar daños forman parte de una rutina que realizan todas las misiones de transbordadores desde el accidente que sufrió el Columbia en 2003, provocado por daños en la capa térmica de la nave durante el despegue.

VARIAS TAREAS

La actual misión tiene programadas más inspecciones. Debido al gran tamaño de Kibo, el transbordador tuvo que volar sin su varilla de inspección láser, que generalmente se usa para supervisar las alas y el extremo delantero de la nave.

En cambio, los astronautas del Discovery usaron una cámara colocada en el extremo del brazo robótico de quince metros de la nave, pero no pudieron llegar a la parte inferior de las alas. La última tripulación de transbordador ha puesto una varilla de inspección fuera de la estación espacial para que los astronautas del Discovery la usen y luego la lleven de regreso a la Tierra.

Recuperar la varilla será uno de los primeros trabajos de los astronautas Michael Fossum y Ronald Garan, quienes tienen programadas tres caminatas espaciales a partir del martes para instalar Kibo y realizar una serie de tareas de mantenimiento.

Mientras tanto, dentro de la estación, el comandante de la estación, Sergei Volkov, y el ingeniero de vuelo Oleg Kononenko trabajarán para arreglar el baño, que ha funcionado de forma intermitente durante una semana.

Se necesitan siete misiones para completar la construcción de la estación, un proyecto en el que participan 16 países y que costará 100.000 millones de dólares (64.300 millones de euros). La NASA también tiene previsto hacer dos vuelos de aprovisionamiento y uno final de servicio para el Telescopio Espacial Hubble.

ULTIMA MISION A MARTE

Científico mexicano en la NASA. Joaquín Ruiz Sinaí05 de junio 2008 09:00
La participación del científico mexicano Joaquín Ruiz Sinaí, en una de las misiones espaciales más importantes de la NASA en Marte, se ha convertido en pieza fundamental de las investigaciones.
Joaquín Ruiz Sinaí, quien trabaja en el Centro de Operaciones de Ciencias de la Universidad de Arizona, donde coordinan los datos que genera la Misión Espacial Phoenix, nos hablará de su experiencia y el trabajo que realiza.
Participe con nosotros. Envíe sus comentarios y preguntas.

Sara Hammond, Portavoz de la Misión Phoenix que recientemente llegó a Marte, informó a través del Washington Post que un hacker tomó control de la página oficial de la misión, cambió los titulares e incluyó un enlace que dirigía a los visitantes a una página extranjera. La página que mantiene la Universidad de Arizona, fue puesta “offline” mientras se resolvía el problema. Me imagino lo que hubiera sucedido si el hacker hubiera puesto un titular que dijera : “Se descubre vida en Marte”.Mayo 25, 2008: La nave espacial Phoenix se posó sobre la región polar norte de Marte, el domingo, iniciando de este modo los tres meses dedicados al estudio de un sitio que fue escogido por sus buenas probabilidades de tener agua congelada al alcance del brazo robótico del módulo.
Las señales de radio recibidas a las 4:53:44 p.m., hora del Pacífico (7:53:44 p.m., hora del Este), confirmaron que el Módulo de Amartizaje Phoenix había sobrevivido al difícil descenso final y había tocado el suelo 15 minutos antes de lo previsto. La señal de radio tardó ese tiempo en viajar desde Marte hasta la Tierra a la velocidad de la luz.
Los miembros del equipo de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California, así como también los miembros del equipo de Sistemas Espaciales Lockheed Martin, en Denver; y de la Universidad de Arizona, en Tucson, vitorearon la confirmación del "amartizaje" y aguardaron ansiosamente que llegara más información a través de la sonda Phoenix durante la noche del domingo.
Entre los miembros que ocupaban el cuarto de control en el JPL se encontraba Michael Griffin, quien destacó que ésta fue la primera vez que un módulo se posó exitosamente sobre Marte sin utilizar bolsas de aire, desde que tuvo lugar la misión Viking 2 (Vikingo 2), en 1976.
Por primera vez en 32 años, y sólo por tercera vez en la historia, un equipo del JPL se ha posado suavemente sobre Marte", dijo Griffin. "No podría estar más feliz de estar aquí, siendo testigo de este increíble logro".
Durante su vuelo de 680 millones de kilómetros (422 millones de millas) desde la Tierra hasta Marte, luego de su lanzamiento (el 4 de agosto de 2007), la sonda Phoenix dependió de la electricidad generada por sus paneles solares. El vehículo de transporte, alimentado por dichos paneles solares, se separó siete minutos antes de que el módulo de amartizaje, protegido por una cápsula, ingresara a la atmósfera marciana. Las baterías ahora proveerán electricidad para el sistema hasta que se abra el propio par de paneles solares del módulo.
"Ya ha pasado la peor parte y podemos respirar de nuevo, pero aún necesitamos saber si la sonda Phoenix ha abierto sus paneles solares y si ha comenzado a generar energía eléctrica", dice Barry Goldstein, del JPL, gerente del proyecto Phoenix. Si todo sale bien, los ingenieros conocerán el estado de los paneles solares entre las 7 y las 7:30 p.m., hora del Pacífico, mediante una transmisión de Phoenix triangulada por el orbitador Mars Odyssey (Odisea Marciana), de la NASA.